HEPATOZOONOSIS

            La hepatozoonosis es una enfermedad causada por Hepatozoon canis (también H.americanum en EEUU), de distribución mundial y transmitido por garrapatas de la especie Rhipicephalus sanguineus. Sin embargo, esta transmisión se produce, a diferencia de otras enfermedades transmitidas por garrapatas, por la ingestión de garrapatas infectadas por el parásito. También se puede transmitir a través de la ingestión de carne o vísceras con quistes y vía transplacentaria.

PRESENTACIÓN CLÍNICA

En el organismo del animal tienen lugar diferentes fases del ciclo del parásito, las cuales se desarrollan en diferentes localizaciones, entre las que están los leucocitos (sobre todo neutrófilos aunque también monocitos), bazo, hígado, pulmones, médula ósea, músculo estriado… Durante la fase tisular, el parásito pude inducir una inflamación piogranulomatosa que redunda en enfermedad clínica.

En la mayoría de los animales se desarrolla una infección subclínica permaneciendo generalmente asintomáticos. La mayoría de los casos en los que se produce enfermedad clínica de diferente gravedad tienen lugar en animales jóvenes o inmunodeprimidos.

Los signos clínicos más frecuente son:

–          Fiebre, apatía, pérdida de peso e hiperestesia en regiones paraespinales.

–          También son frecuentes la anorexia, anemia, depresión, secreción ocular y nasal, mialgia, artralgia, rigidez y signos gastrointestinales, pudiendo llegar a emaciación en casos de elevadas parasitemias.

–           Además podemos observar alteraciones relacionadas con problemas a cualquier nivel debido a la inflamación piogranulomatosa de la fase tisular.

DIAGNOSTICO

HALLAZGOS LABORATORIALES

En el hemograma es frecuente encontrar leucocitosis neutrofílica con o sin desviación a la izquierda. En algunos casos también puede observarse diferentes grados de anemia, eosinofilia y/o trombocitopenia. Podemos encontrarnos diferentes alteraciones bioquímicas en función de los órganos afectados.

En algunos casos se documentó la aparición de reacciones periósticas osteoproliferativas, relacionadas con la inflamación de las fases tisulares musculares, apareciendo más frecuentemente en animales jóvenes en crecimiento.

IDENTIFICACIÓN DEL AGENTE CAUSAL

El diagnóstico definitivo se realiza por la demostración del agente causal en sangre, médula ósea u otros tejidos del animal, y esto se puede realizar por medio de diferentes métodos:

–          Observación de los gametocitos en el interior de neutrófilos en frotis sanguíneos o de médula ósea. La visualización del mismo confirma la enfermedad, pero la sensibilidad de esta técnica disminuye en casos de parasitemias bajas.

hepatozoon

–          PCR: la presencia de ADN del parásito mediante técnicas de PCR también confirma la enfermedad.

–          Las pruebas serológicas para Hepatozoon canis no parecen aportar buenos resultados hasta el momento.

–          También puede observarse la presencia del parásito en biopsias musculares, pero esta no es una técnica que se utilice de rutina debido a que se trata de un proceso más invasivo.

TRATAMIENTO

Hasta el día de hoy no existe ninguna farmacoterapia que erradique el agente del organismo, por lo que son frecuentes las recidivas.

El toltrazuril (solo o en combinación con sulfatrimetropin o clindamicina) se utiliza con una buena eficacia y muy buenos resultados, disminuyendo la parasitemia y logrando la mejoría clínica y la ausencia de recidivas durante periodos prolongados.

El dipropionato de imidocarb parece contribuir a la disminución de la parasitemia y los signos clínicos.

Algunos estudios también demuestran cierta eficacia de la Doxiciclina en el control de la hepatozoonosis.

Según la gravedad de cada caso en particular será necesario establecer un tratamiento de sostén adecuado.

 HEMOPLASMOSIS

            La hemoplasmosis (también conocida como hemobartonelosis) es una enfermedad causada por micoplasmas, más frecuente en el gato (producida por Micoplasma haemofelis, M. Haemominutum y M.turicensis) que en el perro (principalmente M. haemocanis). En el caso de los gatos, M. haemofelis presenta una mayor frecuencia y patogenicidad, siendo los tres oportunistas en gatos positivos a FIV o FeLV.

La transmisión se produce a través de artrópodos “chupadores de sangre”, principalmente pulgas, pero también otros como las garrapatas. No se conoce con exactitud si también puede producirse vía uterina, durante el parto y/o la lactancia.

PRESENTACIÓN CLÍNICA

Podemos decir que el transcurso de la enfermedad presenta 4 fases. Una primera fase preparasitémica sin observarse signos clínicos de unos 2-17 días de duración. A continuación se produce la parasitemia con aparición de la sintomatología clínica y la presencia del agente causal en sangre; esta fase puede presentar diferentes grados de gravedad en función de la especie implicada, estado del animal… pudiendo causar la muerte en algunos casos. Si supera esta fase  pasará 2-4 meses en una fase de recuperación en la que se puede observar una leve anemia que tiende a la normalidad y en la que no es habitual que aparezcan signos clínicos. Finalmente el animal puede quedar como portador asintomático con recidivas poco frecuentes.

Los signos clínicos se relacionan con la instauración de un cuadro hemolítico de gravedad variable, por lo que podemos encontrarnos con palidez de mucosas (anemia), decaimiento, anorexia, ictericia…

icetericia gato2

DIAGNÓSTICO

HALLAZGOS LABORATORIALES

–          El principal hallazgo es la presencia de anemia regenerativa. Además es frecuente la aparición de leucocitosis.

–          También pueden aparecer alteraciones bioquímicas como aumento de transaminasas, fosfatasa alcalina, bilirubinemia, incremento de la urea, azotemia…

DEMOSTRACIÓN AGENTE CAUSAL

La demostración de la presencia de los hemoplasmas en sangre confirma el diagnóstico. Para ello en ocasiones es suficiente con realizar un frotis sanguíneo y observar los hemoplasmas en los eritrocitos, aunque es una prueba con una relativamente baja sensibilidad.

hemoplasmas

Hoy en día existen técnicas de PCR para demostrar la presencia de estos en sangre con una elevada sensibilidad y especificidad.

TRATAMIENTO

La Doxicilina es el tratamiento de elección, además del correspondiente tratamiento de soporte necesario en cada caso. La enrofloxacina también parece ser efectiva en el tratamiento de la hemoplasmosis y el dipropionato de Imidocarb puede contribuir a disminuir la parasitemia.

 BORRELIOSIS

Se trata de una enfermedad causada por bacterias del complejo Borrelia Burdogferi, que son transmitidas principalmente por garrapatas del género Ixodes.

PRESENTACIÓN CLÍNICA

–          La característica clínica más significativa es la presencia de cojeras crónicas recidivantes que pueden afectar a diversas extremidades, que pueden aparecer de forma aguda y remitir al cabo de pocos días.

–          También puede observarse fiebre, inflamación articular, linfadenopatía, letargia y pérdida de apetito, así como marcha rígida, espalda arqueada, dificultad respiratoria…

–          Aunque no es frecuente, algunos perros desarrollan una enfermedad renal progresiva que si no se detecta a tiempo puede desencadenar en la muerte del animal. En algunos casos se relacionó la borreliosis con alteraciones cardíacas y neurológicas.

En perros son muy poco frecuentes los eritemas típicos de la enfermedad de Lyme humana.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico clínico de la borreliosis es difícil, ya que presenta signos comunes a otras enfermedades. Para su diagnostico es necesario la detección bien de anticuerpos mediante pruebas serológicas o la presencia de ADN por técnicas de PCR. La presencia de anticuerpos no indica infección activa, por lo que los resultados deben ser tomados en combinación con el cuadro clínico y la respuesta al tratamiento, que suele aparecer tras 48 horas tras haber empezado el mismo.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la borreliosis se basa en la antibioterapia, siendo los antibióticos con mayor eficacia las tetraciclinas y los derivados de la penicilina. Los dos más utilizados son la amoxicilina y la doxicilina, con una eficacia similar.

BARTONELOSIS

Se trata de una enfermedad producida por bacterias gram-negativas del género bartonella, que afecta a gatos y perros, pero también a otras especies entre las que se encuentra el ser humano.

En el perro y el gato la principal forma de contagio es a través de artrópodos hematófagos, principalmente pulgas, pero también otros como por ejemplo las garrapatas.

PRESENTACIÓN CLÍNICA

En la mayoría de los casos no presenta signos clínicos evidentes, siendo estos más frecuentes en perros.

Cuando aparecen signos clínicos los más frecuentes son los relacionados con problemas cardíacos:

–          Endocarditis bacteriana con aparición de vegetaciones. Si no es tratada rápidamente es mortal porque produce estenosis, insuficiencia o ambos problemas.

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–          Miocarditis con arritmias de diferente gravedad, en el que el corazón aparece estructuralmente sano sin que se observen alteraciones ecocardiográficas.

También se pude observar fiebre, tos, cojera, poliartritis, secreción nasal, signos gastrointestinales, agrandamiento de hígado y/o bazo, u otras alteraciones derivadas de una inflamación piogranulomatosa que puede aparecer en diferentes localizaciones.

DIAGNÓSTICO

HALLAZGOS LABORATORIALES

–          Puede observarse una amplia variedad de alteraciones laboratoriales, aunque hay casos en los que no se observan evidencias.

–          También es frecuente encontrar un aumento de las enzimas hepáticas así como hipoalbuminemia.

IDENTIFICACIÓN DEL AGENTE CAUSAL

El diagnóstico definitivo se realiza demostrando la presencia del parásito, que puede realizarse principalmente por dos métodos:

–          Hemocultivo o cultivo de tejidos afectados. Los principales inconvenientes de estos métodos son la necesidad de utilizar medios de cultivo especiales y el tiempo necesario para obtener resultados.

–          Demostración del ADN mediante técnicas de PCR.

TRATAMIENTO

El tratamiento se basa en la utilización de antibióticos durante largos periodos de tiempo, normalmente un mínimo de 4-6 semanas de duración. Aquellos antibióticos que han sido utilizados con cierta eficacia son azitromicina, doxiciclina, eritromicina, amoxicilina, tetraciclinas…

Otros artículos sobre enfermedades transmitidas por garrapatas puede encontrarlos en estos enlaces:

http://elblogdeabritos.wordpress.com/2014/05/08/enfermedades-transmitidas-por-garrapatas/

http://elblogdeabritos.wordpress.com/2014/05/12/piroplasmosis-y-erhlichiosis/

 

Miguel Gómez Gómez

Veterinario Hospital veterinario Abros

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