La leishmaniosis es una enfermedad endémica del área mediterránea pero con gran importancia en nuestra provincia también. Es producida por un Leishmania infantum, transmitida por un mosquito del género Phlebotomus. Generalmente concurren dos manifestaciones clínicas, una forma visceral con una gran implicación de órganos afectados y otra forma que es cutánea con lesiones en piel.  A ellas hay que unir las manifestaciones oculares que se pueden desarrollar, siendo la prevalencia de las lesiones oculares en el perro con leishmaniosis visceral entre un 16% y un 80%.

Imagen microscópica de Leishmania

En el desarrollo de esta enfermedad en los ojos se encuentran involucradas la mayor parte de sus estructuras y anexos. Hay que destacar como signos clínicos más constantes los siguientes:

          Blefaritis o inflamación de los párpados. La piel está seca y con descamación, se engruesa, presenta rojez y pérdida de pelo alrededor de los ojos. Esta alopecia es uno de los signos clínicos más comunes. En ocasiones, la piel del párpado se ulcera y se contamina con gérmenes.

          Conjuntivitis.  La conjuntiva se encuentra roja, con los vasos muy marcados y con secreciones mucopurulentas, que junto con las lesiones de los párpados, le dan al ojo esa imagen característica de los perros con leishmania. En ocasiones pueden apreciarse nódulos en la unión de la cornea y la esclera donde se localizan gran cantidad de inmunocomplejos y amastigotes de leishmania en el interior de los macrófagos.

          Sequedad ocular. Las glándulas lagrimales son algunas de las estructuras que más se alteran como consecuencia de los procesos inflamatorios de la enfermedad. Se produce una queratoconjuntivitis seca que da un aspecto de suciedad en el ojo constante. Ello puede llegar a favorecer la aparición de úlceras cornéales.

          Queratitis o inflamación de la córnea. Aislada es rara pero se presenta asociada a la queratoconjuntivitis seca o a inflamación de la úvea. Se caracteriza por la pérdida de transparencia, sin brillo, opaca, pudiendo llegar a apreciarse un color azulado característico. Otro proceso inflamatorio corneal es la presencia de vasos sanguíneos sobre la misma o incluso tejido de granulación junto con depósitos de calcio o colesterol.

          Uveítis. Se debe a depósito de inmunocomplejos y a la presencia de parásitos. Es de gran prevalencia en los casos de leishmaniosis. Los signos clínicos varían según el grado de inflamación.  Es característica la miosis o cierre de la pupila, la neoformación de vasos finos, cortos y paralelos en forma de cepillo, el humor acuoso del ojo se vuelve turbio, pudiendo llegar a provocar un glaucoma secundario como consecuencia de una uveítis hipertensiva.

          Desprendimientos de retina.  Puede llegar a ser completa y causar la ceguera.

          Glaucoma. Siempre debe considerarse como una complicación secundaria a una uveítis, bien porque no se ha tratado correctamente  o bien porque no se ha podido controlar.

          Cataratas. Se producen debido a uniones (sinequias) del iris con el cristalino o debido a la composición de los humores del ojo, fundamentales para el metabolismo del cristalino y para que este conserve su transparencia.

Lesiones periorbitales características de Leishmaniosis

Lesiones periorbitales características de Leishmaniosis

 

Con todo esto puede concluirse que las manifestaciones oculares de la leishmaniosis en el perro son muy frecuentes. En áreas endémicas como la nuestra esta enfermedad debería entrar en el diagnóstico diferencial de la mayoría de las lesiones inflamatorias del ojo y sus anexos. Es imprescindible la prevención de la enfermedad en la estación veraniega con productos químicos repelentes y una pauta correcta de vacunación previa. Si quieres saber mas sobre la Leishmaniosis puedes consultar el siguiente enlace

http://elblogdeabritos.wordpress.com/2011/07/14/leishmaniosis-un-peligro-latente/?preview=true&preview_id=71&preview_nonce=a82ba9bf83&post_format=standard

 

Lorena Pérez Fernández

Veterinaria oftalmóloga Hospital veterinario Abros

5 Responses

    • Hola, Rafael. La forma ocular de la Leishmaniosis es una manera en la que pueden aparecer los sintomas, pero la enfermedad es la misma. En muchas ocasiones los sintomas que aparecen son oculares o cutaneos y eso puede permitirnos detectar la enfermedad antes de que se dañen organos internos. En cuanto a la vacuna, no protege al 100%, lo que hacemos con esta vacuna es disminuir mucho el riesgo de contaer la Leishmaniosis, pero no evitarlo completamente y si finalmente tenemos la desgracia de que pueda contraer la enfermedad, el que se manifieste de una u otra forma ( cutanea, visceral ) no depende de si esta vacunado o no, la vacuna ayuda al perro a evitar enfermar y si no lo consigue, una vez que se contagia, la enfermedad sigue su curso como si no estuviese vacunado. Espero que haya podido resolver las dudas. Un saludo

  1. Mi perro, un mastín, tiene leishmaniosis. Está en tratamiento recientemente pero tiene afectado riñón, pierna hinchada y úlceras en los ojos, con un color rojo, y parece desorientado, no ve bien y tropieza. Puede acabar perdiendo la vista o las úlceras en los ojos pueden mejorar? Gracias!

    • Hola, Mercedes.
      Las lesiones oculares de la leishmaniosis pueden ser reversibles o no, dependiendo de la intensidad con que se hayan desarrollado y la lesión que provoque. Quién mejor puede indicarte el pronóstico es el veterinario que lo atiende, en función de la evolución y la respuesta al tratamiento.
      Ojala se pueda mejorar.
      Un saludo

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