La conducta de montar no suele ser, generalmente, agradable para los propietarios. Normalmente suele asociarse a cuestiones sexuales o de jerarquía. Sin embargo, esta conducta depende principalmente de tres motivos : el contexto, el estado emocional del perro y su fisiología.
- Si pensamos en el contexto, tanto machos como hembras pueden montar en distintas situaciones que requieren un desahogo energético, siendo sus objetivos otros perros, otros animales, personas o incluso objetos.
- En cuanto al estado emocional, cuando se disponen a montar se asocia a excitación, sobreestimulación, juego, estrés, conductas de confort…
- Las hormonas también influyen a la hora de que un animal pueda tener predisposición a montar. La testosterona juega un papel importante, los machos castrados tienen menos tendencia a montar, y las hembras esterilizadas pueden aumentar su tendencia a montar debido a la supresión de estrógenos y la influencia de la hipófisis.
Importante recordar que esta conducta es aprendida desde cachorro y consolidada también por ser autosatisfactoria.
Por todo esto, que un perro monte es natural y no un problema de conducta. Aunque algunos perros pueden convertirlo en un hábito compulsivo que deteriore si convivencia con un grupo social o la relación con otros perros.
Si el perro necesita dar salida a su actividad: proporcionarle estimulación física y mental, sin sobreestimularse.
- Si se encuentra ansioso por una situación concreta, como visitas…. Hay que buscar la forma de incrementar su calma en esoso momentos.
- Si se comporta de un modo rudo e insistente con otros perros y mascotas : trabajaremos la llamada y loa realización de comportamientos alternativos.
Nuestro tiempo de reacción para redirigir al perro es vital para evitar montas indeseadas.
Covi Suarez Tesouro
Responsable comportamiento canino y felino
Hospital veterinario Abros
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