Abritos

   Desde 1993 he visto muchas cosas, demasiadas, diría yo, para un felino urbanita. Desde aquel Diciembre de 1993 en el que llegue con la cadera rota al hospital y después de que pasados unos días nadie viniese a buscarme, pensé no salir de aquella .  Cara me salió la noche que me fuí de paseo. Todo iba bien hasta que un todo terreno  y yo decidimos cruzar por el mismo sitio. Salí perdiendo, claro. El conductor me recogió y me llevo al hospital. Recuerdo que me dolía todo y no podía moverme, sólo arrastrarme. Pasaron unos días y aquello fue empezando a mejorar, salvo por los continuas inyecciones que me ponían.  Despues de unas semanas ya me dejaban moverme por el suelo.

   ¿Y ahora que?. Seguía sin aparecer nadie que preguntase por mi, así que me atreví a tomar la iniciativa. Realmente tenía que decidir que iba  a hacer con mi vida.  Desde la tranquilidad de mis largas horas de reposo ( mi esqueleto se iba recuperando poco a poco), comence a estudiar la situación, y como la luz al final del tunel, vi la oportunidad dorada.

    Afortunadamente  estaba vacante el puesto de relaciones publicas en el hospital y aquella vida prometía, el sitio no estaba mal del todo, se comía bien  y había buen ambiente laboral, asi que todo fue hablarlo, unas pequeñas negociaciones y hasta hoy.  Desde entonces muchos han sido los amigos que  he tenido la oportunidad de conocer durante estos años, algunos solo de paso pero con otros he llegado a establecer unas relaciones más serias.

   Ahora ya empiezo a peinar canas y he pensado que sería buena idea transmitir los conocimientos que durante estos años he ido aprendiendo.

Espero que os guste el blog y que sigais viniendo a visitarme.

¡Miau¡ 

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