Muchas personas se han encontrado en algún momento de su vida en el que han tenido que tomar una decisión que, para ellos era crucial. A menudo nos encontramos con difíciles situaciones que nos obligan a decidir qué hacer, con la incertidumbre de saber si se está haciendo o no lo correcto y si en realidad no habría otra opción.

Pues bien, en este post vamos a tratar uno de esos momentos que, sin duda serán muy difíciles, la eutanasia.

A grandes rasgos, podemos definir la eutanasia como  un proceso por el cual adelantamos el fallecimiento de nuestro compañero, con el fin de terminar con el sufrimiento que padece. Se trata de un procedimiento indoloro en el que siempre vais a contar con el apoyo y consejo del veterinario.

El veterinario os explicará la enfermedad de vuestra mascota, posibles soluciones, opciones de tratamiento y la calidad de vida que tendrá.

Ahora  os toca a vosotros reflexionar, dedicarle tiempo a pensarlo, mirarle a los ojos y entender si ha llegado o no la hora de ayudarle. Obviamente, cualquier decisión que toméis es totalmente respetable porque todo lo que decidáis sobre vuestro  compañeros  será pensando en lo mejor por y para él.

No es fácil decidir el final de la vida de un ser vivo, incluso podéis pensar que es injusto que su vida esté en vuestras manos. En un  momento así, surgirán miles de dudas, ¿Estaré haciendo lo correcto? ¿Sentirá dolor en ese último momento? ¿Debo estar a su lado? ¿Cómo lo afronto?, dudas e incertidumbres lógicas en las que nuestro veterinario es nuestro aliado, pero, no podemos dejar una decisión tan importante a su merced, es algo que solo vosotros debéis decidir.

Realmente lo ideal sería poder estar a su lado en ese momento. Bien es cierto que ellos son muy susceptibles a las emociones, sobre todo a las nuestras, por ello, si decidís acompañarle, debéis estar tranquilos y transmitirle todo el amor y la paz del mundo.

Afrontar la pérdida de vuestro mejor amigo puede resultar muy difícil, podría daros miles de consejos de como sobrellevarlo pero el superarlo está dentro de cada uno de vosotros. Siempre os producirá dolor el recuerdo, pero quedaros con todo lo bueno que le habéis dado, con todo el amor que os ha ofrecido incondicionalmente, recordad entre sonrisas cuando de cachorro os destrozaba media casa, cuando jugaba con su juguete favorito. Aprended de las vivencias que os ha dado, porque ellos nos hacen ser mejores personas.

El mejor consejo que puedo daros es que, mientras está ahí, con vosotros, compartid momentos, compartidlo todo con él y sobre todo disfrutadlo al máximo.

Ruth Fernández Gómez

ATV hospital veterinario Abros

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