La urolitiasis o formación de “piedras” (urolitos) en las vías urinarias es un problema que frecuentemente afecta a nuestros perros y gatos. Se trata de una de las alteraciones observadas en muchos de los animales con problemas urinarios. estruvita3 Los urolitos están formados por substancias que se encuentran de forma normal en la orina, pero que por diferentes motivos, se concentran y solidifican dando lugar a fragmentos de tamaño y forma variables.

Existen diferentes tipos de urolitos en cuanto a composición, siendo los más frecuentes de estruvita, oxalato cálcico, urato amónico y cistina, aunque también pueden verse otros como fosfato cálcico, silicatos y algunos medicamentos. De todos estos, un 80 % de los casos de urolitiasis en perros y gatos se deben a cálculos de oxalato cálcio o estruvita.

La aparición de urolitos no se produce por un motivo único, sino que, por norma general, se producen por la conjunción de una serie de alteraciones y anormalidades que predisponen a que esas sustancias solidifiquen. Entre los factores de riesgo se encuentran todas aquellas situaciones en las que se produzca un aumento de cristales en la orina, como orinas muy concentradas, defectos de reabsorción y aumento de secrección de ciertas substancias en el riñón, cambios en el pH de la orina, alteraciones de la mucosa del tracto urinario, etc. También la obesidad, defectos anatómicos que favorezcan la retención de orina y otras enfermedades y/o alteraciones del metabolismo pueden  favorecer la aparición de urolitiasis.

El hecho de que haya cristales no siempre indica la presencia o formación de urolitos, en muchas ocasiones, cuando se dan estas condiciones los cristales se empiezan a formar alrededor de un “nido” o núcleo (pus, restos de sutura…), pero en ocasiones, cuando la concentración es muy elevada se puede formar el urolito de forma espontánea.

A oxalato, B estruvita, C urato e D cistina.

                        Presencia de cristales al microscopio:    A estruvita, B oxalato, C urato y D cistina.

SIGNOS CLÍNICOS

Podemos encontrarnos urolitos en cualquier zona del tracto urinario; es decir, en riñón, uréteres, vejiga de la orina y uretra, pudiendo presentar una sintomatología variada en cada caso.

La mayoría se encuentran en la vejiga, pudiendo aparecer de forma accidental en una exploración radiográfica/ecográfica por otros motivos (sin producir síntomas) o provocar síntomas como hematuria (sangre en orina), disuria (dificultad para orinar), etc, que son sígnos clínicos que también podemos apreciar en casos de cistitis.

También pueden encontrarse en el riñón (normalmente asintomáticos, aunque pueden provocar alteraciones renales), en los uréteres (síntomas asociados a la obstrucción de los mismos) o en la uretra, que en caso de obstruir completamente provocan el acúmulo de orina en la vejiga, llegando incluso a producir daños en la misma y peritonitis.

Cálculo en ureter que produce dilatación de ureter y pelvis

Cálculo en ureter que produce dilatación de ureter y pelvis

DIAGNÓSTICO

Cuando nos encontramos con un animal con alteraciones urinarias compatibles con la presencia de cálculos, debemos realizar una serie de pruebas para descartar la presencia de los mismos. Así, por ejemplo, ante un perro o gato con síntomas de infección de orina, es necesario descartar la presencia de cálculos, ya que en caso de no atender a esto, no van a responder bien al tratamiento.

Por un lado es necesario analizar la orina para ver las características de la misma, pH, densidad, así como la posible presencia de infección, cristales… y realizar una analítica sanguínea para descartar posibles alteraciones, bien enfermedades que predispongan a la formación de cálculos, bien patologías deribadas de la propia presencia de urolitos.

Por otro lado, para detectar la presencia de urolitos, tenemos que recurrir a la radiografía (simple o con contraste) y/o ecografía. La radiografía es un método muy útil para detectar cálculos urinarios, ya que se pueden apreciar en cualquier localización, pero con el inconveniente de que pueden no verse debido a su composición (algunos urolitos son radiotransaparentes por lo que no se pueden apreciar por radiografía) y/o tamaño (si son muy pequeños pueden pasar desapercibidos); la introducción de un contraste puede ayudarnos a ver los cálculos urinarios radiotransparentes.

Cálculos en uréter y varios ocupando toda la vejiga

Cálculos en uréter y varios ocupando toda la vejiga

Por otro lado, mediante ecografía se pueden apreciar los cálculos independientemente de su composición y tamaño, siendo muy importante a la hora de detectar otras posibles alteraciones, bien como posible causa de la formación de urolitos, bien como consecuencia de la presencia de los mismos.

Cálculo en vejiga

Cálculo en vejiga

TIPOS DE CÁLCULOS:

Como se dijo anteriormente, los cálculos pueden estar formados por diferentes substancias, cada cálculo puede estar compuesto por una o varias de ellas. Así, si se compone de más de un 70 % de un mineral se considera simple, de lo contrario sería un cálculo mixto. También se pueden ver cálculos compuestos, con varias capas, cada una de ellas compuesta por un material. Entre los principales cálculos que vemos en perros y gatos, cabe destacar:

  • Cálculos de estruvita

    Cálculos de estruvita

    Estruvita: se produce tanto en perros como en gatos, con la diferencia que en los primeros aparece casi siempre como consecuencia de infecciones bacterianas urinarias, mientras que en los gatos son estériles en el 90% de los casos. Otros factores de riesgo serían la concentración de la orina y su pH (el pH básico favorece la cristalización de la estruvita). También influyen factores nutricionales, ya que estos van a tener efecto en el pH urinario, cantidad de magnesio y fósforo, cantidad de agua ingerida, etc.

  • Oxalato cálcico: este tipo de cálculos se da cada vez con más frecuencia en los últimos años, quizá por el uso extenso de dietas acidificantes para prevenir los cálculos de estruvita. El oxalato es un derivado del metabolismo de aminoácidos y vitamina C, que se elimina en mayor o menor medida por la orina. La cantidad de calcio en orina puede aumentar por aumento de la absorción intestinal (dietas), enfermedades que aumentan la reabsorción de calcio por los huesos (hiperparatiroidismo, acidosis metabólica…) o por problemas renales que aumentan la cantidad de calcio en orina.
Cálculo de oxalato

Cálculo de oxalato

  • Urato amónico: Este tipo de urolitiasis se ve en animales con disfunción hepática o shunt portosistémico (en este tipo de enfermedades se produce un aumento del ácido úrico en orina, ya que no se procesa correctamente en el hígado). También hay razas que presentan una serie de factores que los predisponen a la formación de cálculos de urato, como son dálmatas y bulldog inglés.
  • Cistina: se forman en animales con defecto en el transporte tubular de aminoácidos. Se da en gatos siameses y de raza mixta y en perros de ciertas razas (bulldog inglés, teckel, terranova…). Es un defecto de nacimiento, pero los cálculos suelen aparecer en edad adulta.
  • Otros: otros urolitos menos frecuentes son los de Xantina (sobre todo en animales a tratamiento con alopurinol por largos periodos de tiempo), Sílice (asociado a dietas vegetarianas) y fosfato cálcico (asociado a un aumento de excreción de calcio, principalmente en hiperparatiroidismo primario).
  • De todos estos, los de estruvita, oxalato y fosfato cálcico son muy radiodensos, por lo que se aprecian con facilidad en radiografía, mientras que los de cistina y, sobre todo los de urato amónico pueden pasar desapercibidos en la misma.

TRATAMIENTO:

Las opciones de tratamiento dependen en gran medida de la localización de los mismos y de la posible composición de estos. Así, en función del lugar donde se encuentren:

  • Vejiga de la orina: en este caso, en función de la composición de los cálculos pueden responder a tratamiento médico y/o dietético, como los cálculos de estruvita, urato amónico… o ser necesaria la cirugía (como los de oxalato cálcico). En base a la historia clínica, exploración, urianálisis, analíticas y radiografía/ecografía, podemos aproximarnos a que tipo de cálculo es más probable, y en función de esto plantear un tratamiento médico siempre y cuando no haya factores que lo desaconsejen (riesgo de obstrucción uretral, tamaño de los cálculos, etc.). En caso contrario será necesaria la extracción quirúrgica de los mismos y su posterior estudio para establecer una correcta estrategia de prevención de recaídas.
Cálculos de gran tamaño en vejiga

Cálculos de gran tamaño en vejiga

  • Nefrolitos (riñón): prácticamente la totalidad de los nefrolitos son de oxalato cálcico, por lo que no es posible su disolución. La mayoría no produce síntomas, y su extracción quirúrgica puede provocar más daño, por lo que mientras que no esté disponible la litotripsia extracorpórea (método utilizado en humana), las actuaciones a seguir se basan en evitar el crecimiento de los mismos y la formación de nuevos cálculos.
  • Ureterolitos (uréteres): los uréteres son los conductos que transportan la orina de los riñones a la vejiga. Este tipo de cálculos se ven cada vez con mayor frecuencia, sobre todo en gatos, y están compuestos en su gran mayoría por oxalato cálcico. Estos van a producir obstrucción parcial o completa al paso de orina por los mismos. En casos de obstrucción completa se produce una reducción de la filtración renal y un daño en el riñón por aumento de presión. En un primer momento se intenta el tratamiento médico, pero si este fracasa tras 24-48 horas, es necesario intervenir quirúrgicamente al animal si queremos recuperar la funcionalidad del riñón afectado. Hay diferentes estrategias quirúrgicas, ninguna de ellas exenta de complicaciones, siendo la que mejores resultados tiene la colocación de Baypass subcutáneo.
  • Cálculos uretrales: pueden producir obstrucción uretral impidiendo la micción, lo que da lugar a una distensión de la vejiga, que puede llegar a producir su ruptura y peritonitis por salida de orina a la cavidad abdominal. El tratamiento en la mayoría de los casos consiste en flushing para intentar que los cálculos pasen a vejiga y posterior cirugía para extraerlos. En los casos en los que esto no sea posible hay que abrir la propia uretra para extraer los mismos.
Cálculos en uretra

Cálculos en uretra

PREVENCIÓN

Como hemos visto, la aparición de cálculos urinarios se debe a una gran variedad de factores, muchos de los cuales no podremos controlar. De entre aquellos en los que si podemos intervenir, está una correcta dieta adaptada a la edad, raza, sexo, etc. de nuestro querido amigo, que va a minimizar el riesgo de que se produzca esta desagradable patología.

Cálculos extraidos de vejiga de un perro

                                                          Cálculos extraídos de la vejiga de un perro

Como a pesar de esto, no podemos evitarlo en el 100% de los casos, es muy importante que los detectemos lo antes posible, bien con una buena investigación en casos de síntomas relacionados con la presencia de los mismos, bien en controles rutinarios, que nos permitirán actuar antes de que estos causen problemas.

Miguel Gómez Gómez

Veterinario responsable medicina interna Hospital veterinario Abros

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